Cómo utilizar el poder persuasivo de las metáforas en tus textos comerciales

Cómo usar el poder persuasivo de las metáforas en tus contenidos escritos comerciales

 

Nos encanta usar el lenguaje figurado.

Es la manera más óptima para hacer imágenes en la cabeza del lector que le ayuden a abarcar lo que nos encontramos diciendo.

La metáfora es una figura retórica que radica en detectar un término real con otro imaginario estando entre los dos una relación de semejanza.

Para trabajar temas que son algo más difíciles vienen de perlas, dado que nos asisten a tratar un texto difícil y llevarlo a cabo más despacio.

Las metáforas las he usado más que nada en el área de la salud. Se convertían en el elemento idóneo para añadir más ritmo a mis contenidos escritos y ablandar temas que de entrada eran delicados de tratar.

Con las metáforas lo que buscamos es sorprender al lector y continuar siendo concretos en lo que mencionamos. Es la forma idónea de inyectar un plus de personalidad y persuasión en los contenidos escritos de algún página.

A mí me agrada usar las metáforas con temas que están relacionados con mi vida generalmente aunque tengo que confesar que las utilizo menos de lo que me gustaría.

  • El tiempo es oro.
  • El exquisito blog que has desarrollado.
  • El lanzamiento del nuevo producto se fué a pique.

Con las metáforas no comparas, creas novedosas realidades

Es sustancial no confundir las metáforas con los símiles.

El símil o comparación es una figura retórica que radica en contrastar dos términos que se asemejan en alguna cualidad. Si, entre otras cosas, dices:

El tiempo es oro – El tiempo es igual que el oro. Su valor es incalculable.

Con la metáfora los dos términos que nos encontramos identificando tienen una relación de identidad absoluta. Podríamos sustituir el primer elemento por el segundo sin ningún inconveniente.

Sabina, el rey de las metáforas

Sabina pertence a los cantautores más reconocidos de la música folk-rock de los noventa. Siempre he admirado esa capacidad de crear canciones cargadas de sentimientos que van de lo más profundo del alma, agarrándote un pellizco en el corazón o dándote un puñetazo en la boca del estómago. Las que te hacen sentir y gritar a pleno pulmón en la ducha.

Nos agradan porque estamos determinados. Porque se ve que las han escrito por y para ti. No obstante, he de admitir que desde que me dedico al copywriting mi ojo clínico examina las letras de mis canciones preferidas desde otra visión. Así, además de ver qué es lo que dice, me encanta ver cómo lo dice.

Sabina carga sus letras de metáforas para hallar que, cuando las escuchemos, entendamos al momento lo que quiere comunicar.

Ese es el poder de la metáfora.

En su canción Contigo, Sabina expresa su rechazo al amor común, a lo preciso, a la rutina y a eso que “hay que hacer”. De la misma manera, demanda el cariño ardiente, aquel que te regresa tan loco que serías con la capacidad de matar y/o fallecer.

Fíjate cómo usa las metáforas en sus estrofas..

Yo no quiero cargar con tus maletas;
Yo no quiero que elijas mi champú;
Yo no quiero mudarme de planeta,
Cortarme la coleta,
Ofrecer a tu salud.
Yo no quiero domingos por la tarde;
Yo no quiero columpio en el jardín;
Lo que yo quiero, corazón cobarde,
Es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas
Y matarme contigo si te mueres
Porque el cariño cuando no muere aniquila
Porque amores que matan jamás mueren.

Así, cargar con tus maletas puede interpretarse como cargar con tus inconvenientes, que elijas mi champú y mudarme de planeta como irse a vivir juntos, y cortarse la coleta (que es lo que hacen los toreros cuando dejan de torear) como formalizarse y comprometerse.

Con los domingos por la tarde está comentando de la rutina, y columpio en el jardín representa a los hijos.

Y así podríamos continuar hasta destripar toda la canción, porque si algo tiene esta parte, son metáforas.

De hecho, déjame decirte que todos usamos metáforas en nuestro día a día. Oraciones que las poseemos ya tan asimiladas que no nos percatamos de que en verdad son eso, metáforas.

  • “Estás entre la espada y la pared.”
  • “Te falta un tornillo.”
  • “Es un pozo de sabiduría.”
  • “Me armé de valor, y en el final le llamé.”
  • “Vivir aquí es un paraíso.”
  • “Tengo el ánimo por los pisos.”
  • “Vendiste tu alma al diablo.”

Catapulta tus contenidos escritos hasta el corazón de tu lector usando metáforas

Las expresiones visuales trabajan mejor que las expresiones no visuales cuando hablamos de una comunicación eficaz.

Esto tiene una explicación simple.

El hemisferio derecho (emocional) es el que capta lo que nos llama la atención, lo que observamos y sentimos.

Después, el hemisferio izquierdo (racional) es el que buscará un concepto a la información que nos termina de llegar.

Por eso las metáforas son tan capaces y tan agradables. Hacen comprensible lo raro y familiar todo aquello que es irreconocible en otra persona.

Puedes usar esta figura literaria en todas las partes de tus textos:

1. Metáforas en los títulos

Se usa para hacer una vigorosa imagen mental en el lector y hallar que desee entender más sobre el tema y lleve a cabo clic.

→ 7 formas útiles de batallar la procrastinación.

→ 5 ocasiones a evadir si no deseas ir cuesta abajo y sin frenos en tus economías individuales.

2. Metáforas en el texto

Se usa para empezar enganchando al lector desde el minuto cero y llevar a cabo crecer en él su curiosidad por continuar leyendo el contenido.

Es una enorme forma de atrapar su curiosidad y su interés por el tema del texto.

→ La vida es una caja de bombones, jamás sabes cuál es el que te va tocar.

→ Ejecuta esta rutina de ejercicios y siéntete en las nubes desde primera hora.

3. Metáforas como conclusión

¿Quieres un final apoteósico? Entonces confía el desenlace del texto a una metáfora. Cuando está bien construida, brinda resúmenes poderosos que conectan de manera directa al centro emocional del lector.

No olvides integrar una llamada a la acción que le señale a tu lector qué debe llevar a cabo a continuación.

→ Es hora de ir más rápido. Muévete a la agilidad de la luz con la novedosa línea de fibra óptica XTray. Contrata en este momento.

→ Seguramente este articulo fué un jarro de agua fría para ti. Quizás es una señal o la posibilidad que estabas intentando encontrar para cambiar. Apúntate en este momento al training gratis para hallar visibilidad en la red en 21 días.

No corras. La elaboración de enormes metáforas necesita tiempo y práctica. Llevar a cabo fácil lo complejo y interesante lo polémico es todo un arte.

Ya lo ha dicho Aristóteles: “Lo mejor, sin lugar a dudas, es ser un maestro de la metáfora”.

Tampoco abuses. Menos es más. Y escoge cada metáfora con precisión. Piensa siempre en quién es el lector al que te estás dirigiendo.

Si deseas ver las metáforas en acción te sugiero que devores el blog de Susana Torralbo y no te pierdas los contenidos que redacta sobre comunicación y fotografía. No tienen desperdicio. Sencillamente leyendo las primeras líneas de todos sus artículos entenderás por qué lo digo.

Ahora es tu turno

¿Utilizas metáforas en tus contenidos escritos? ¿Cuál es tu metáfora preferida? Quisiera que desde en este momento te fijes hasta en las metáforas que hay en el reggaeton y que de vez en relación (sin ofrecerte cuenta) tarareas.

P.D.: Secretos de la vida, este articulo del 21 de octubre de 2015 desapareció de internet así que lo he recuperado y he aprovechado para actualizarlo. Una información tan importante para estudiar a emocionar a tu público en los contenidos escritos persuasivos que escribes todos los días no podía esfumarse así sin más.

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